Feliz Año Nuevo

      
Imagen tomada de: http://blog.nomono.co/2019/01/01/dia-del-dominio-publico-2019/
     Somos sinceros en el deseo, pero desconfiamos de su realización. No empieza ciertamente con grande alegría este año, hay pocas fiestas para saludarlo y muy pocas son las personas que lo esperan en la ciudad. Ya estamos cansados de ser amables y gentiles con estos nuevos años que cada doce meses golpean a la puerta sin traer nada de original, cada vez más escéptico, pesimistas y arruinados. Este último se presenta cínico y tranquilo, sin traer siquiera un  presupuesto en orden en el bolsillo, pero, eso sí, resuelto a procurárselo por sus propios medios. 

     Ni siquiera lo odiamos; sin embargo, lo recibimos con la indiferencia que dan las calamidades públicas inevitables y, como al pasar junto a un barrendero del aseo, nos sacudimos rápidamente el polvo, apresuradamente tragamos los microbios y seguimos adelante despreocupados y sonreídos; nada nuevo después de todo. "Año nuevo, vida vieja...".

    ¿Cómo nos irá? Creo que mal, como de costumbre; las industrias nacionales seguirán produciendo artículos a los mismos precios de los extranjeros; se discutirán tonterías en el Senado con el fin de hacer prorrogar las sesiones  eso sí, aprobando la ley sobre aumento de dietas  en vista de la pésima situación del país. Las muchachas farsearán con novios que no casan e irán a cine —para pasar el tiempo  porque lo poco que podían aprender hace ya tiempo que lo saben. Se jugará bridge, y todo el mundo cambiará sus asuntos por el último modelo; en verano no habrá agua y el alcalde prometerá terminar el acueducto y comentando esta oferta llegaremos al invierno; y seremos felices como siempre, haciendo buenos chistes, o riéndonos de ellos, indolente, plácida y bogotanamente...



Escrito por: Emilia Pardo Umaña. 

El Espectador, 31 de diciembre de 1934. 


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